Después de un audaz escape de los ángeles, Penryn y Raffe están a la fuga. Los dos están desesperados por encontrar a un médico que pueda revertir los retorcidos cambios afligidos por los ángeles en Raffle y la hermana de Penryn. Mientras se ponen en marcha en busca de respuestas, una sorprendente revelación sobre el pasado de Raffle desata fuerzas oscuras que amenazan a todos.
Cuando los ángeles desatan una pesadilla apocalíptica sobre los humanos, ambas partes se fijan en un camino hacia la guerra. Mientras alianzas inverosímiles se forman y las estrategias cambian, ¿Quién emergerá victorioso? Forzados a tomar partido en la lucha por el control del reino terrenal, Raffle y Penryn deben elegir: ¿Su propia especie, o el uno al otro?
Reseña:
El otro día hice la reseña de 'Angelfall', la primera parte de esta trilogía, y cuando terminé de leer el libro no pude parar hasta leer los otros dos. Esa es principalmente la razón por la que estoy haciendo la reseña del último libro de la entrega y me salteo el segundo; me leí los libros tan rápido que siento como si fueran uno solo.
El libro empieza con Raffe, Penryn y Paige huyendo de los ángeles y en busca de 'Doc', un doctor humano que ayudó a estos últimos y Penryn piensa que puede ayudar tanto a Raffe poniéndole sus alas originales como a Paige a ser una niña normal de siete años.
Mientras tanto, los ángeles andan en busca de un nuevo mensajero y el que va ganando es Uriel, el obviamente villano de la historia.
El tema principal del libro es ¿Se van a separar Raffe y Penryn para proteger y ayudar a sus respectivos bandos? ¿O se van a apoyar el uno al otro?
En mi opinión, los últimos dos libros no fueron tan buenos como el primero, pero eso no significa que no estuvieran increíbles. En este libro pude ver a un Raffe más relajado, por así decirlo (teniendo en cuenta que están en constante guerra). Al fin AL FIN se besan, y Penryn se empieza a preocupar más por aspectos hormonales, si entienden lo que digo.
Penryn sigue siendo la heroína perfecta; valiente y siempre preocupada por los demás, y eso se ve perfectamente en el último libro. Raffe sigue siendo el guerrero al cual no podés dejar de amar; en conclusión, los dos estuvieron geniales.
Los personajes que más me gustaron son Paige, ya que se convierte en una mini guerrera pero al mismo tiempo sigue siendo una tierna niña que solo busca amor, la madre, su locura rindió frutos y salvo muchas vidas, y Dee y Dum, gemelos muy importantes en la resistencia que siempre me hacían reír con cada cosa ridícula e inesperada que decían.
También hay personajes nuevos: Los Vigilantes. Le agregan un toque a la historia con su sentido de humor y las cosas que tuvieron que sufrir, especialmente Beliel, el cual odié los dos primeros libros, pero entendí totalmente como y por que era como era.
El libro me tuvo enganchada de principio a fin; estuve toda la tarde leyéndolo. Hubo guerras, situaciones emocionantes y emotivas y amor. Pero, honestamente, el final me dejó con muchas ganas de otro libro.
Terminé de leerlo y me quedé como ¿ya está? ¿Ese es el final?
No es que fuera un final malo, solo bastante incompleto, como si la autora se cansó de escribir y apuró totalmente la historia que iba a un ritmo perfecto. Estuve bastante tiempo tratando de entender que terminó así, y después me indigné.
Es decir, vamos, tres libros totalmente geniales.. y un final normal.
En fin, la historia me encantó y la trilogía se convirtió en una de mis favoritas. Como ya dije en la otra reseña, Penryn fue una increíble protagonista, y también Raffe.
Lo recomiendo a todo el mundo que lea esto, a pesar del final. Les va a encantar, por que tiene todo lo que los lectores de ahora buscan.
Le doy 5/5
